Y CON LA FAMILIA, ¿QUÉ HAGO?
"La paciencia es la madre de toda ciencia"
Isaac Newton
Cuando
pensamos en la relación que hemos de mantener los docentes con las familias de
alumnos con TDAH, vienen a la mente una serie de incógnitas que tendríamos que
tener en cuenta.
Por
ejemplo, lo primero es saber si la familia está al tanto de en qué consiste el trastorno
que su hijo presenta, si son conscientes de las dificultades que su hijo tiene
causadas por el trastorno o si la familia es consecuente con la situación y la
acepta.
Esta
sería la base para tener una apertura total y positiva a un trabajo conjunto
familia – escuela, en beneficio del desarrollo social y cognitivo del alumno
con TDAH.
La Fundación Cantabria
Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad o Fundación CADAH marca una
serie de pautas a seguir por las familias y los docentes con los chicos y
chicas TDAH, que son muy interesantes y que paso a resumir de modo esquemático.
Para comenzar, es fundamental la coordinación y comunicación entre el centro,
profesores, familia y/o profesionales
externos.
Las dificultades de organización y
planificación de los alumnos con TDAH provocan
frecuentemente que las comunicaciones del centro y la información de la agenda
no lleguen al propio alumno y a la familia. Esta situación se da en los alumnos
con TDAH tanto de primaria como de secundaria.
Es imprescindible el que
los profesores acepten que los alumnos con TDAH requieren de un aprendizaje
distinto y que deben estar abiertos a cambios.
Docentes y familia han de
tomar la misma actitud positiva. Para ambas partes es necesario
que tengan el pensamiento de que el alumno padece un trastorno, lo que se
traducirá en un sentimiento de ayuda hacia los niños.
Se deben mantener con el
tutor citas regulares (cada 2 o 3 semanas). No pasar de tres
semanas, sobre todo al principio del curso. Hay que contar con que nos pueden
coincidir con vacaciones y puentes con lo que a veces serán las citas con un
espacio de un mes. Acordar con él un seguimiento con el resto de profesores
para ver cómo va evolucionando en las diferentes asignaturas.
Planear conjuntamente unos
objetivos realistas tanto
para padres como para profesores para llevar a cabo entre cada cita. Pocos pero
alcanzables. Ir aumentando objetivos según se vayan cumpliendo. Centrarse en
las soluciones y no en los problemas. Si no se cumpliera alguno de los
objetivos analizar el porqué e intentarlo hasta la siguiente cita.
Informar a los padres de
todos los aspectos, positivos y negativos, sobre
los avances en el rendimiento académico, la conducta del niño, su estado
emocional y las relaciones con sus compañeros y profesores. Hacer un
seguimiento de los objetivos que funcionan y aquellos que no y trasmitírselos a
los padres.
Trabajar conjuntamente y
valorar el trabajo realizado por ambas partes.
Comunicar a los padres si
se van a efectuara medidas de intervención, tanto
dentro como fuera del aula: Tipo de intervención, tiempo de la intervención,
fechas, duración, lugar donde se va a intervenir, quien realizará la intervención,
etc.
No dudar en el diagnóstico: Asumir
que las características que demuestra el niño son debidas al trastorno y no a
la mala educación que hayan recibido de sus padres.
Uso imprescindible de la agenda. Algunas de
las dificultades más relevantes del alumno con TDAH son las de organización y planificación de sus
deberes, tareas, estudio, etc., por lo tanto, se recomienda:
Fundación CADAH: http://www.fundacioncadah.org/web/articulo/relaciones-basicas-entre-colegio-y-familia-de-un-alumnoa-con-tdah.html